La
vemos ahí, plácidamente recostada, tan tranquila, dormida, hermosa.
Bella
niña de finos labios, blancos, puros como la nieve. Cabello rizado, tan negro
como la muerte misma. Sonríe…se ve que está feliz.
Y
ella piensa, “que lindo está el día allá afuera, un radiante sol, las personas
saludándose cortésmente. Grandes árboles, exponentes y dando una sombra
refrescante, los niños jugando en el jardín de al lado de mi hogar. Hasta
parece escena de película, con todo y el conejito saltando y el arcoíris de fondo.”
Luego
piensa, “quisiera poder salir y jugar, lástima que estoy aquí encerrada, no
importa, igual soy feliz, tengo paz.”
Entonces,
sólo en ese momento nos percatamos del lugar donde descansa; una cama…¿Es una
cama? No, no es una cama, parece una suave alfombra acolchonada… pero no
sabemos bien que es…, y ella, tan sonriente como siempre, está ahí, hermosa,
tranquila. Parece no importarle nada.
Contemplamos
de nuevo a esa linda niña, delgada, de quizá apenas unos ocho años. No mueve ni
un músculo pero está contenta. De repente, algo piensa, vemos como su discreta
sonrisa, se vuelve en una gran sonrisa, empieza a reír, cada vez más y más
fuerte.
No
se mueve, sólo vemos la boca abierta, grande, está riendo a carcajadas lo
sabemos, lo escuchamos! Sólo mueve la cabeza pero igual se está muriendo a
carcajadas!
-¿De
qué ríes pequeña niña?, le preguntamos.
No
nos da respuesta, sólo ríe y ríe, continúa…y lentamente decidimos alegarnos.
Vemos poco a poco como su cama, es ni más ni menos que un ataúd y como, eso a lo
que llama hogar es de verdad lindo, un gran jardín, tranquilo, verde. Y bien
acompañada de varios cuerpos, tan fríos y putrefactos como ella.
Salimos
de su “hogar” y aunque ya llevamos varias calles recorridas seguimos escuchando
su risa, volteamos y vemos que nadie más lo puede notar, todos caminan como si
nada…aún podemos ver el cementerio y escuchar la risa…que linda niña…¿Por qué
reirá?..bueno, no importa, parece que nadie pueda o lo quiera notar…
Cada
vez que paso por afuera del cementerio aún escucho de vez en cuando esa
risa…esa pura e inocente risa…ese ataúd ríe y siempre me pregunto…¿de qué? ¿de
qué pequeña? ¿de qué?[i]
No hay comentarios:
Publicar un comentario