martes, 25 de diciembre de 2012

A la deriva




Contemplo el cielo, repleto de estrellas…
Siento como voy a la deriva, como el oleaje me arrastra a su antojo, como todo aquello en mi vida…
Giro la cabeza y veo el mar, reflejando como perfecto espejo el cielo…
Siento el frío sobre mi cuerpo, como mis extremidades pierden sensibilidad cada vez más, y como son olvidadas, como yo…me olvidare de mi mismo.
Estoy en paz conmigo mismo, por primera vez en mi vida, “en paz conmigo mismo” me repito en voz alta.
No necesito del calor de una mujer para recuperar la calma, no necesito del aroma de una mujer para controlar la ansiedad, no necesito de los besos de una mujer para viajar y lograr la paz…
No importa quien sea, ya no hay lugar en el barco de mi vida, todo ha quedado a la deriva…
Hermoso, maravilloso, glorioso, sublime, sutil, perfecto, idóneo, irreal, magnifico; todo eso… por un momento me libera…moriré en paz…
Cuando el piano deje de tocar, justo cuando la última nota sea levantada, mi alma…
Libertad, me digo…Libertad…Libertad… [i]


[i] Por: J.R.R.Falcón

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